Karl Stieg-Erland Larsson
El más famoso de los novelistas suecos actuales, el tristemente desaparecido Stieg Larsson, nació el 15 de agosto de 1954 en Skelleftehamn, Vesterbotten, y falleció el 9 de noviembre del 2004 en Estocolmo víctima de un ataque cardíaco.
Nos deja su trilogía Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire. Títulos éstos que no corresponde literalmente a los originales: Los hombres que odian a las mujeres, La niña que jugaba con fuego, El castillo en el aire que se derrumbó.
Hasta aquí todo del dominio público, pero, ¿quién fue Stieg Larsson? Realizar la biografía de un escritor de ahora siempre es mucho más difícil que la de uno fallecido hace cien años, sobre todo porque no se puede entrar en la intimidad de su existencia con la misma libertad que lo hacemos con cualquier otro que lleve muchos decenios muerto, pero en Larsson todo es diferente ya que parece uno de los personajes de sus novelas, y de hecho sus novelas son en parte bastante biográficas: su principal protagonista es periodista como lo fue él, y tiene una revista de denuncia social, Millennium, como Larsson la tuvo: Expo, en cuanto a sus personajes, sacados algunos de casos reales ocurridos en Suecia, se alternan con el curioso infantilismo de recrear héroes de cuento infantil, Pippi Calzaslargas o Kalle Blomkvist, trasmutándolos en Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist, en un homenaje nada disimulado, aunque un poco incongruente sobre todo en lo que atañe a Salander verdadero hallazgo en cuanto a heroína femenina se refiere por lo de atípica que es en todos los sentidos.
Hasta la muerte de Larsson fue novelesca en el más puro sentido de la palabra, una premonición que aparece en su tercera novelas, lo que no deja de resultar sorprendente.
Y para continuar con los paralelismos realidad-ficción, existe un contencioso entre el padre Elrond Erlander y el hermano Joakim de Larsson, contra Eva Gabrielsson, arquitecto de profesión y pareja de hecho durante 32 años del novelista. Como Eva y Stieg nunca contrajeron matrimonio, por razones que explicaremos más adelante, según las leyes suecas no tiene opción a la herencia que proviene de los derechos de autor de Larsson, por tanto esa inmensa fortuna corresponde por ley al padre y al hermano que lo han aceptado tranquilamente pasando por alto los 32 años de convivencia de Eva y Stieg, y con la tibia justificación de que Eva no se aviene a razones ya que le han hecho, según padre e hijo, ofertas que ella ha rechazado. Todo lo cual no deja de recordarnos una trama de intriga propia de novela policíaca que no hubiera desdeñado el propio Larsson.
El caso ha levantado tanto revuelo que incluso se ha abierto una suscripción pública, a través de Internet, http://www.supporteva.com para que Eva Gabrielsson pueda pagar las costas del pleito en el que se ve inmersa; no deja de ser injusto que la mujer con la cual Stieg Larsson compartió su existencia, se vea apartada de la obra de Larsson como si ella no existiera, cuando Los hombres que no amaban a las mujeres nació de una sugerencia suya en el relax de un viaje en el yate de unos amigos, al declararse Stieg aburrido por la inactividad.
La pareja no tuvo hijos, aunque posiblemente no deseara tenerlos ya que vivían bajo la constante amenaza de muerte provocada por las actividades periodísticas de Larsson (siempre dispuesto a poner en evidencia cualquier tipo de corrupción o intrigas políticas, lo que le había granjeado no pocos enemigos) bien que esas amenazas sólo iban dirigidas a él pero indirectamente afectaban asimismo a Eva Gabrielsson, motivo por el cual no se casaron ya que Stieg no quería situarla a ella también de pleno bajo el punto de mira de sus enemigos.
Larsson escribió sólo tres novelas completas en su vida, y una cuarta, más bien un borrador previo, apenas 200 páginas, que guarda Eva, y que de común acuerdo con la familia, cosa curiosa, nunca será ampliada ni publicada, al menos por el momento eso es lo que se afirma, aunque circulan rumores de que está casi terminada, o sin el casi, versando su argumento sobre extremistas nazis.
El novelista sueco pensaba realizar una saga genéricamente titulada Millennium, compuesta por diez libros, de los que ya tenía tres, en los que siguiendo la tónica inicial iba a seguir denunciando casos de violencia de género, corruptelas políticas, racismo, etc. Lamentablemente eso ya no podrá ser.
Su dedicación a la novelística fue tardía, de hecho empezó a los 47 años, y su ya famosa trilogía la escribió a razón de nueve meses por cada libro. Si tenemos en cuenta que cada uno de ellos casi llega a las mil páginas en letra de imprenta, la proeza es considerable.
Según se dice escribía a gran velocidad dedicando las noches para ello. Consecuentemente dormía muy poco, fumaba 60 cigarrillos al día y era adicto al café, en cuanto a alimentarse comía lo que ha dado en llamarse comida basura. El exceso de trabajo, la mala alimentación, y los excitantes tabaco y café, debieron ser la causa de su muerte cuando el 9 de noviembre del 2004 cayó fulminado en su querida redacción después de haber subido deprisa y de un tirón los siete pisos que a ella llevaban ya que el ascensor casualmente se hallaba estropeado ese día. Hacía poco había entregado a la Editorial Norstedts el último número de su trilogía.
La postrera voluntad de Larsson (que falleció sin testar) no fue respetada por su padre y hermano ya que él pensaba dividir las ganancias de sus ingresos editoriales, tenía una fe ciega en el éxito de Millennium, reservándose la parte de las ventas del primer libro para él y su pareja, la segunda para las mujeres maltratadas, y la tercera para su revista Expo, el resto de los ingresos de la saga hasta completar diez volúmenes, aún estaba por decidir en que se invertirían.
Según cuenta Eva Gabrielsson, de haber vivido la madre de Stieg, quien falleciera en 1991 de cáncer y era el único miembro de su familia con el que Larsson mantenía una buena relación, ya que, en palabras de Eva, no reinaba una gran cordialidad entre Stieg y su padre y hermano (la comunicación entre ellos era prácticamente nula., por más que ahora se apresuren a desmentirlo), este asunto de los derechos de autor no hubiera sido tan injustamente tratado en perjuicio de su compañera desde 1972 ya que fue en este año cuando ambos se conocieron en un mitin contra la guerra de Vietnam..
Larsson y Eva, vivieron con grandes dificultades económicas durante toda su vida en común lo que no impidió que él se siguiera dedicando a la lucha por sus ideales y de que ella le secundara. Idealismo que le convirtió en un experto en los temas periodísticos que trataba, hasta el punto que era requerido muchas veces por Scotland Yard para que les asesorase, e igualmente por la policía brasileña y por la OSCE.
Como hombre comprometido con su tiempo llevaba ya escritos varios libros periodísticos sobre los temas que le interesaban nazismo, ultraderecha y racismo, así como numerosos artículos.
Estas ideas políticas tuvieron su germen en el abuelo paterno, en cuyo hogar se crió desde los 8 años, adonde le llevara su padre porque en la casa familiar estaban atravesando una muy mala racha económica.
La exhaustiva preocupación de Larsson por los malos tratos infligidos a las mujeres tiene su origen en un suceso que vivió de jovencito con unos compañeros al presenciar una violación y el remordimiento de no haberla podido evitar fue el motor que años después le impulsaría a denunciar el maltrato femenino y la causa de que su emblemático personaje Lisbeth Salander fuese creado.
Personaje que ya ha entrado en la mitología de la literatura policíaca al apartarse de todo lo conocido hasta el momento, pudiéndosela comparar con los nombres más ilustres del género de entre los muy famosos que ya han hecho historia. Lisbeth es atípica y extraña y es un arquetipo de mujer que aunque no se parece en nada a Lara Croft en lo tocante al físico, si posee su misma contundencia. Es muy posible que en el espejo de Salander se miren muchas jóvenes en el futuro.
Para poner punto final a este apunte biográfico, añadiremos que Eva Gabrielsson ha denunciado manipulaciones en la obra de Larsson por parte de su padre y su hermano, en el tercer volumen de la trilogía cambiaron el apellido de un personaje, el médico que opera a Lisbeth, por otro, de Jacobsson a Jonasson, porque pertenecía a un amigo de Stieg que les había recriminado su egoísta proceder para con Eva.
Gabrielsson no ha visto la película no sólo porque no la hayan invitado sino porque, según le han dicho, no se ajusta a la idea de la novela en sus detalles más importantes, desvirtuando así el mensaje de su autor.
Por otra parte, Eva Gabrielsson está escribiendo un libro que se titula provisionalmente El año después de Stieg, y también se halla inmersa en el proyecto de una película documental que hablará de Stieg Larsson, vida y obra, y que producirá la danesa Everest Pictures.
© 2009 Estrella Cardona Gamio